jueves, 28 de junio de 2012

Sombras Grises

Hace dos meses, tomando el sol una calida mañana de abril, una amiga me comentó acerca de un nuevo libro que estaba provocando una revolución entre amas de casa en Estados Unidos. Jamás había oído nada del libro, no tenía idea. Mi amiga, de forma muy escueta me lo resumió así: "Se trata de una chava recién graduada de a universidad que va a entrevistar a un multimillonario y cae perdidamente enamorada de él, al instante que le pone la mirada encima". 


Por supuesto me dejó intrigada. Más todavía por el hecho de que me dijo que era una de esas babosadas de fantasía tipo Crepúsculo. Yo fui víctima del furor de Crepúsculo, yendo a los estrenos de las películas acompañada de todas mis amigas que, igual que yo, no pudieron dejar el libro una vez empezado, y que incluso lo leyeron más de una vez (me confieso parte de ese grupo). 


Por supuesto que empecé a hacer mi investigación sobre 50 Shades of Grey. Me pasé toda esa tarde hablando a todas las librerías de la ciudad, preguntando por el libro, por el autor, por la editorial. Nadie lo tenía, es más, nadie había oído hablar del libro. 


Desesperadamente busqué en internet la forma de leer el libro en línea y lo único que encontré fueron los primeros dos capítulos que francamente no decían nada, pero no lograron quitarme el gusanito. Para la tarde me sentía desesperada y con un fuerte vacío, y lo peor era que sentía esto sin nunca haber tenido nada en mis manos. 


Tuve que esperar una semana para que me consiguieran el libro en Estados Unidos. Recibí dicho libro un domingo a las 7 de la tarde y no pude parar de leer hasta entrada la madrugada del lunes. 


Me quedé completamente flechada con el enigmático Mr. Grey. Para el lunes a las 4 de la tarde ya había terminado la primera instalación de la trilogía Grey y quería más. 


Así que, tomando ventaja de los avances tecnológicos, compré la segunda y tercera instalación a través de mi iPhone y con la aplicación de Kindle, seguí con mi lectura. 


Dos días después ya había terminado la trilogía y estaba verdaderamente impactada. Lástima que ninguna de mis amigas lo había leído (la que me presentó a Mr. Grey no avanzaba en su lectura así que era igual que nada). 


Por supuesto que insistí que TODAS lo leyeran. Bueno, todas las que leían en inglés (la edición en español salió un mes después y todavía no hay una sola librería en México que te venda el libro). 


Mientras leía, empecé mi investigación. 


La autora del libro, E L James, es una ama de casa que vive en Inglaterra y en el momento que empezó a escribir el libro trabajaba en televisión. Casada y madre de dos adolescentes, James quedó, igual que yo, adicta a la saga de Crepúsculo. 


En esta investigación, descubrí que hay un sitio en internet donde gente, en su mayoría mujeres, escriben historias tomando como personajes principales, los de sus novelas favoritas. James empezó 50 Shades of Grey como un fanfic de Crepúsculo, titulando el manuscrito, Master of the Universe. Los personajes eran Edward y Bella. Nada de vampiros, nada de hombres lobo. 


El documento estuvo en línea y gratituto para ser leído durante x cantidad de meses, teniendo mucha popularidad hasta que una casa editorial cibernética de Australia lo descubrió, tomaron a James como clienta y le instaron a reescribir la trilogía cambiando el nombre de los personajes. 


Desde entonces, se han vendido más de diez millones de copias, tanto en formato electrónico como en libro impreso. 


Hace un mes le ofrecieron cinco millones de dolares por los derechos del libro para convertirlo en película. Jamás vio venir el éxito ni los efectos que ha tenido en las vidas de amas de casa gringas. Porque sí, la mayoría de las mujeres que lo han leído y releído (yo, una de ellas, y no digo cuantas veces porque ya me da pena) son mujeres entre 35 y 65 años de edad. En Estados Unidos le llaman "pornografía para mamás". El libro es una historia de amor, con un elemento de erotismo escrito de una forma directa y excesivamente detallada. James deja poco para la imaginación. 


Entonces…volviéndo a Fifty.


Anastasia Steele es una estudiante de universidad, a punto de graduarse en la ciudad de Portland, Oregon . Su mejor amiga y compañera de cuarto se enferma y le pide a Ana que vaya a Seatle (primera similitud con Crepúsculo) a entrevistar al enigmático multimillonario Christian Grey de tan sólo 27 años de edad ya que éste estará entregando los diplomas el día de la graduación. 


Anastasia, sin tener la menor idea de quien es Grey accede por cariño hacia su amiga, y porque la Divina Providencia la puso en el camino correcto. 


Llega a las oficinas de Grey, un gigantesco conglomerado de vidrio y metal en el centro de Seatle, y al entrar a la oficina, tropieza (otra similitud con Bella) y cae de cuatro en el piso. Cuando levanta la mirada, unos profundos ojos grises le miran y un par de manos le ayudan a levantarse. Y por primera vez, se topa con la mirada penetrante de nuestro querido Sr. Grey. 


Y ahí empieza. 


Ella queda flechada, el queda flechado y con esa introducción James nos introduce al mundo vetado y secreto del sadomasoquismo. Si, Christian Grey es un sádico, ella es masoquista (aunque todavía no lo sabe). 

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